MINI-REVIEW: Castlevania Portrait of Ruin

CASTLEVANIA PORTRAIT OF RUIN - de Konami para Nintendo DS - ¡Muy bueno!

Está claro que el concepto Castlevania pertenece a las 2D. Anteriores experimentos con polígonos han supuesto una pequeña decepción para los fans de la saga, a pesar de que sus dos últimos intentos en Playstation 2 no sean juegos del todo desdeñables. Con todo, a pesar del aparente clímax alcanzado con el ya mas que clásico y mítico Symphony of the Night, el camino de Castlevania parece haberse acomodado en el mundo portátil de Nintendo...

Portrait of Ruin continua en la misma estela tecnológica de Dawn of Sorrow, sorprendiendo a propios y extraños por la definición de sus gráficos y lo notable del resto de sus apartados técnicos. Se mantienen muchas de las premisas jugables del anterior juego de Nintendo DS, sólo que para la ocasión se ha dejado de lado el poco intuitivo uso que se le daba a la stylus a la hora de conjurar los hechizos. La novedad más destacable es la posibilidad de alternar entre dos personajes de diferentes capacidades, pudiendo hacer que colaboren entre ellos para solventar puzzles y situaciones varias.

Ciertamente, la pareja compuesta por John Morris y Charlotte Aulin suponen una leve vuelta de tuerca a la jugabilidad de siempre, pero en el fondo sigue siendo un Castlevania clásico, predominando sobre todo el factor arcade, con sus saltos y latigazos. Con muchos extras por desbloquear, unos gráficos estupendos, una introducción animada de infarto y las bellas melodías de siempre, Castlevania Portrait of Ruin es uno de los must-have de Nintendo DS. Sobre todo, porque se deja jugar como si de un ente divino se tratara.