LA TELARAÑA DE SPIDEY

Directísimos al píxel.

26 septiembre, 2006

Tomás Rubio... ¡despedido!

Creo que la primera vez fue en Broken Sword. Adquirí el juego en su versión Playstation y la monocorde voz de Tomás Rubio se acoplaba estupendamente (todo hay que decirlo) a la personalidad del carimástico George Stobbart, el protagonista de esta mítica aventura. Pero pasaron las semanas y la por entonces anónima voz de Rubio se dejaba escuchar en un juego tras otro: G-Police, Ark of Time... Y luego en Doom 3, Quake 4, Max Payne 2 (con lo bien que estaba la voz de Max en la primera parte), Demonstone, Painkiller, Legacy of Kain: Defiance... ¡argh! El caso es que el señor Rubio, aparte de haber sido una constante en el aspecto sonoro del mundo de los videojuegos en castellano, es considerado de foma unánime como una de las voces más irritantes y odiadas del panorama.

A día de hoy, Tomás Rubio, que aparte de actor de doblaje llegó a ser el director de voces para la empresa Synthesis España, ha sido despedido por las altas esferas de la compañía. ¿Los motivos? Según parece, el peso de las críticas a su trabajo, en especial aquellos relacionados con los videojuegos, han sido claros detonantes de esta acción, por no decir de las más escandalosas técnicas desleales a las que Rubio era habitual para hacerse con las voces protagonistas o hacerse con más de un carácter por juego. Sin embargo, esta circunstancia no ha influído en el hecho de que la nueva entrega de la saga Broken Sword haya salido tan sólo con voces en inglés y subtitulada al castellano, cosa más bien achacable a las pocas ventas de la anterior entrega.

Y es que, según parece, la trayectoria de Tomás Rubio siempre se ha movido entre lo polémico y lo poco ético. Siendo director de doblaje de Synthesis España, aprovechaba su posición para encalomarse en todos los trabajos encargados a la compañía. Su tono monocorde, el nulo respecto al ajuste de las voces originales y las mediocres interpretaciones de Rubio rebajaron el nivel de calidad de las producciones de la casa hasta niveles verdaderamente alarmantes, máxime teniendo en cuenta el nivel de los títulos para los que trabajaba Synthesis España. Por supuesto, su obra se escapaba a cualquier tipo de fidelidad al convenio legal del doblaje.

Están los ejemplos de Driver 3, donde Tomás Rubio compartió labores con Manolo García (doblador habitual de Kevin Costner y Robert Reford), acarreando grandes críticas ante la abrumadora diferencia de calidad entre ambas actuaciones. En Terminator: Redemption, que contó con la siempre agradecida voz de Constantino Romero, Rubio quiso hacerse con el papel protagonista, teniendo que ceder ante la evidencia haciéndose con un papel secundario. En el juego Mission Impossible: Operation Surma, nuestro amigo Tomás se metió en medio de las mismas voces que participaron en los films, no pegando ni con cola. También podemos citar los casos de multiplicidad ilegal de Rubio, que aprovechaba su posición para hacerse con multiples personajes en títulos como Whiplash, Ultimate Spider-man o Leisure Suit Larry: Magna Cum Laude, siempre superando con creces la cuota de trabajo asignable.

Como era de suponer, las quejas tanto públicas como del propio sector profesional del doblaje se amontonaban en la empresa, y como no podía ser de otra forma, se consensó el despido de Tomás Rubio, siendo la causa estipulada la incompetencia y la actitud desleal, haciéndose efectiva la marcha de nuestro personaje el pasado mes de junio. Con esto, algo hemos ganado los usuarios de juegos en español, pero no puedo reprimir algo de pena cuando, ahora mismito, oigo la voz de Tomás Rubio en un cutrísimo anuncio televisivo de los politonos de Turbo Móvil...

2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

El problema de Tomás Rubio no es su voz sino que no sabe interpretar a los personajes.

Yo recuerdo el juego de Shrek 2 en el que hace de narrador y lo borda; sin embargo, como George Stobbard (y otros tantos de otros géneros videojueguiles que no sólo lo hemos sufrido en las aventuras gráficas) es lamentable la poquísima credibilidad de su tono interpretativo. Pienso que con los años que lleva este señor doblando ya se debería de haber dado cuenta de que no sirve para el doblaje y haberse dedicado a otro trabajo o haber estudiado clases de interpretación que hubiera tenido menos críticas.

Aparte que, por lo que parece, no es muy buena persona y eso es lo que le ha costado el puesto de trabajo.

Oye, no lo hace tan mal en el Turbomóvil. Que se lo queden por mucho tiempo. XDD

15:42  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Desde luego, aunque solo sea por el hecho de su probada actitud desleal y sus trapicheos ya merece lo que le ha ocurrido.

Y, vaya, el colmo de la majadería es pretender comparar su vocecilla con la magnífica voz de Constantino Romero. Increíble. XD

22:35  

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